Día de sol [Alysson]

Hoy me había levantando practicamente al amanecer, algo que no solía hacer tan amenudo.
Pasé casi toda la mañana dedicandole tiempo a mi música y tratando de componer algo nuevo, cosa que no me generaba ninguna dificultad. Tocar el piano era algo tan facil para mi como respirar.
Luego de unas cuantas horas, almorcé y salí de casa en busca de algo de aire.
Tomé un libro de la enorme biblioteca y me encamine hacía algún parque.

El día estaba soleado, aunque el frío estaba presente como siempre, algo que me agradaba, no me llevaba muy bien con el calor, solía ponerme de mal humor.
Recorrí las calles con algo de rapidez para llegar a mi destino lo antes posible y así poder relajarme cuanto antes.
El sol pegaba en mi nuca y me provocaba una sensación bastante agradable.
Me pasé la mano por el cabello y entra en la zona árbolada del jardín más cercano.
El viento mecía las hojas generando un sonído armonioso y mis zapatos hacía crujir la hierba debajo de mis pies.
Había bastante gente disfrutando del día soleado, varios niños corrían y a lo lejos unas cuantas damas charlaban animadamente.

Tomé asiento en una de las bancas vacías y me dispuse a comenzar con el libro que había tomado.

Salí de casa temprano, como empezaba a ser costumbre últimamente, me puse un vestido sencillo, me apetecía pasear, tome un libro de mi habitación, me hice un semi recogido en el pelo y me despedí de mis hermanas, últimamente me gustaba pasar tiempo en soledad, tranquila, sin tener la necesidad de recordar por todo lo que tenía que pasar.

Había un poco de brisa, por lo que volví corriendo a la casa, y me cogí una chaquetilla fina, ya que también hacia sol, con eso bastaría, volví a salir con sigilo, para que no pensaran que mi plan estaba abortado, ni loca! Hubiera ido a pasear aunque estuviera lloviendo, granizando o hiciera una calor insoportable.

Me dirigí tranquilamente hacia el primer parque que encontrara, depende del día, buscaba uno que estuviera más o menos lejos, y ese día, me apetecía disfrutar de un lugar cercano, y así lo hice, al llegar a la zona arboleada, camine elegante y jovialmente, hasta la zona de los bancos, una vez allí me senté, acomodándome, como la dama que era, a veces era un engorro tener que guardar siempre las apariencias, vi de lejos como unos niños jugaban por el lugar, también había alguna que otra dama, que por los rostros que tenían debían estar, cotilleando, sobre algo interesante, siempre andaban con cotilleos arriba y abajo, las mujeres maduras?
En fin.. apoye el libro que llevaba en mis manos, en mi regazo y lo abrí tranquilamente, empezando a adentrarme en un mundo distinto, en un tiempo diferente.